1. Evaluación Preliminar y Diagnóstico

 

Antes de proceder con la retirada del amianto, es fundamental realizar una evaluación preliminar del lugar y los materiales a retirar. Esto debe ser llevado a cabo por personal cualificado, como técnicos en riesgos laborales o especialistas en gestión de residuos peligrosos. Los pasos iniciales son:

  • Inspección de la zona: Determinar la presencia de materiales que contengan amianto, como productos de aislamiento, tejados, suelos, conductos, etc.
  • Evaluación de riesgo: Identificar los niveles de riesgo asociados a los materiales (por ejemplo, si están en buen estado o deteriorados).
  • Elaboración de un plan de trabajo: El plan debe detallar el tipo de material, la cantidad, la ubicación y las medidas de seguridad necesarias para la retirada.

2. Notificación a las Autoridades Competentes

En la mayoría de los países, la retirada de amianto debe ser notificada a las autoridades competentes, como los servicios de salud laboral o medioambientales, antes de comenzar la operación. Este paso asegura que las autoridades estén al tanto del procedimiento y puedan llevar a cabo una supervisión adecuada.

  • Solicitud de permisos: Se debe presentar una solicitud que incluya detalles sobre los trabajos que se van a realizar, la empresa encargada de la retirada y las medidas de seguridad.
  • Planificación y coordinación: Se debe coordinar con las autoridades locales en caso de que se requiera la interrupción de actividades en la zona o la ejecución de medidas especiales de seguridad pública.

3. Preparación del Sitio de Trabajo

Una vez que se cuenta con las aprobaciones y permisos necesarios, es esencial preparar el área donde se va a realizar la retirada. Las medidas que deben tomarse son las siguientes:

  • Aislamiento de la zona: Se debe establecer una zona de trabajo aislada del resto de las áreas, delimitada con barreras físicas (plásticos, vallas, etc.) para evitar la dispersión de fibras de amianto.
  • Señalización: Colocar señales de advertencia de "Riesgo de Amianto" para que todas las personas que se encuentren cerca estén conscientes del peligro.
  • Instalación de sistemas de ventilación: En algunos casos, se debe instalar ventilación negativa (presión negativa) para evitar la dispersión de partículas en el aire.

4. Protección Personal del Personal de Retiro

El personal encargado de la retirada de amianto debe estar debidamente formado y equipado con equipos de protección individual (EPI), como los siguientes:

  • Ropa de protección desechable: Trajes herméticos que impiden el paso de fibras de amianto.
  • Mascarillas con filtros HEPA: Filtros especiales que protegen al personal de la inhalación de fibras microscópicas.
  • Guantes, botas y gafas: Elementos adicionales que ayudan a prevenir el contacto con las fibras.
  • Dispositivos de protección respiratoria: En entornos con concentraciones elevadas de fibras de amianto, se requieren respiradores con filtros especiales.

5. Retirada y Manipulación de los Materiales con Amianto

 

La retirada del amianto debe hacerse de manera húmeda, para evitar que las fibras se liberen al aire. Algunos métodos incluyen el uso de agua con productos humectantes que faciliten la eliminación controlada. Los pasos que se siguen son:

  • Moisturización (húmedo): Pulverización de agua o productos humectantes en los materiales para evitar la dispersión de fibras.
  • Desmontaje controlado: Retirar los materiales de forma lenta y controlada para evitar daños que liberen fibras de amianto al ambiente.
  • Recogida y embalaje: Los materiales contaminados deben ser cuidadosamente empaquetados en contenedores específicos (bolsas plásticas de doble capa) y etiquetados como residuos peligrosos.

6. Eliminación y Transporte de Residuos de Amianto

El amianto retirado debe ser transportado a instalaciones autorizadas para su disposición final, de acuerdo con la legislación vigente sobre residuos peligrosos.

  • Etiquetado de los residuos: Los residuos deben ser etiquetados correctamente para asegurar que son reconocidos como materiales peligrosos durante el transporte.
  • Transporte en condiciones seguras: Los residuos deben ser transportados en vehículos especializados y con conductores capacitados.
  • Disposición final en vertederos autorizados: El amianto debe ser depositado solo en vertederos que cuenten con la habilitación y las condiciones necesarias para tratar este tipo de residuos.

7. Descontaminación del Área de Trabajo

Una vez que los materiales con amianto han sido retirados, el área de trabajo debe ser descontaminada adecuadamente para eliminar cualquier posible traza de fibras en el ambiente.

  • Limpieza con equipos de aspiración con filtros HEPA: Es fundamental limpiar cualquier partícula de amianto que haya quedado en el suelo o superficies.
  • Comprobación de niveles de amianto en el aire: Se deben realizar mediciones para comprobar que la concentración de fibras de amianto en el aire es segura antes de permitir el acceso a la zona.

8. Monitoreo Post-Retirada y Certificación

Después de la retirada, se debe llevar a cabo un seguimiento para asegurarse de que el área esté completamente libre de amianto y que no existan riesgos para la salud.

  • Análisis del aire: Realizar mediciones del aire para confirmar que no hay fibras de amianto en suspensión.
  • Certificación de la operación: Una vez concluido el trabajo y asegurada la descontaminación, se debe emitir un informe o certificación que garantice que el trabajo se ha realizado conforme a la normativa y sin poner en riesgo la salud pública.